RECURSOS
Estas cartas que comparto han sido diseñadas para acompañar una toma de consciencia, ese momento en el que, asumiendo la responsabilidad, reconocemos desde dónde y para qué nos pasaba aquello que nos duele.
Por sí solas, estas cartas no tienen valor, pues este se encuentra en tu proceso de cambio. Al igual que un ritual, la carta sella en la materia tu nuevo estado de comprensión sobre tu realidad.
Podrás usar la carta de ancestros cuando necesites liberar una memoria antigua de tu clan. La otra carta está pensada para padres que se enfocan en comprender el mensaje que está detrás del síntoma de un hijo o una hija.
En cada caso, sugiero que escribas la carta de puño y letra, la leas en voz alta y luego la quemes. Puedes dejar que las cenizas corran con el agua o soltarlas al viento.
Recuerda:
Hacer una carta no sana; mirar hacia dentro para descubrir y liberar emociones bloqueadas, sí lo hace. El proceso es de revisión sobre uno y sus creencias, no de soltar o sacarse de encima aquello que nos desagrada.
Carta de corte ancestral
Yo, …………………………………………………, nacido/a el ………………………….., por medio de estas palabras, en total y absoluta conciencia de mis actos, reconozco haber aceptado una misión en el momento de mi concepción o, incluso, previo a ella.
He comprendido, a través del camino recorrido, cuál fue la razón que me llevó a aceptar dicha tarea, reconociendo hoy, ….…(fecha)………, que es innecesario que siga repitiéndola; por y para lo cual ME LIBERO, LOS LIBERO, NOS LIBERO de ……………………………………………………………………………………
(describir aquí el síntoma y las emociones asociadas)
A partir de este momento, recupero el total control de mis actos, de mi vida, de mis pensamientos, emociones, sentimientos, deseos, necesidades y valores, gestionando libremente, sin ataduras, la energía de vida recibida de ustedes, mi familia, mi clan, a quienes agradezco y honro profundamente.
Hecho está. Gracias.
Carta a un hijo o hija
Quiero que seas único/a, individual, libre, especialmente de mis anhelos, mis deseos, mis sueños incumplidos.
Te regalo la liberación de ser mi continuación.
Sé tu propio/a escultor/a, tu propio/a creador/a.
Sé todo lo que quieras ser, más allá de lo que se espere de ti, ¡incluso de lo que yo mismo/a espero de ti!
Sé auténtico/a. Se feliz.
Es el mayor y mejor de los regalos que puedo hacerte y, de hecho, ¡te hago!
Te entrego la libertad plena y absoluta de ser aquello que elijas ser.
Con amor, ……………… (mamá o papá, según quién escriba la carta)